La resolución de conflictos es una constante en la vida familiar, sea con los hijos o con la pareja. Es importante que sepamos cómo afrontar de manera constructiva los conflictos.
La solución a las situaciones conflictivas pueden provenir de un diálogo y una negociación, o de una reestructuración de la situación inicial, de un compromiso de actuación que deje de lado el conflicto esperando que la colaboración en otras actividades facilite la solución del conflicto.