“Mi hijo no para de moverse y no atiende cuando se le habla, distrayéndose con cualquier cosa que se le cruza en su camino”.
Inatención
- Se distrae muchas veces con cualquier cosa.
- Se cansa enseguida y no termina la tarea.
- Le cuesta comprender las instrucciones que se le dan.

Sobreactividad
- Se revuelve continuamente en su asiento.
- Se levanta del asiento con asiduidad.
- Presenta inquietud motora (manos, pies…).
- Habla en exceso sobre cualquier cosa.
Impulsividad
- Precipita la respuesta antes de escuchar al interlocutor o leer las instrucciones.
- Se muestra impaciente para cambiar la tarea.
Ejecución
- No utiliza las autoinstrucciones para dirigir su acción.
- No se anima a sí mismo tras sus “éxitos”.
- No reflexiona y critica de forma constructiva sus ”fracasos”.
- Constantemente requiere el apoyo de un adulto.
- Parece despreocupado de su rendimiento.
Posibles Recursos y Estrategias a utilizar:
A causa de las dificultades que los niños con TDAH encuentran en numerosos ámbitos de su vida cotidiana, es fundamental tratar de reforzar la autoestima y la confianza en sí mismos, aplicando una serie de normas claras y precisas para regular el comportamiento de sus hijos:
• Que sean estables: el cumplimiento-incumplimiento de las reglas siempre ha de tener las mismas consecuencias.
•Que sean consistentes: las reglas no cambian de un día para otro.
• Que sean explícitas: las reglas son conocidas y comprendidas por ambas partes (padres y niño).
• Que sean predecibles: las reglas están definidas antes de que se incumplan, no después.
– Las instrucciones deben ser:
• Claras y específicas.
• Comprensibles (lenguaje adaptado al niño y haciendo uso de términos concretos).
• No deben entrar en contradicción unas con otras.
• Cortas.
• Deber ser en un número reducido ( muchas instrucciones, el niño necesitará más tiempo, recursos, etc., para poder seguirlas).
• Deben darse de una en una y espaciadas en el tiempo.
• No deben acompañarse de contacto físico instigador.
Autoconfianza y autoestima:
• Demuéstrale que cree en él ofreciéndole tareas acordes con sus capacidades y que usted sepa que puede realizar con éxito.
• Evite usar etiquetas («malo», «torpe», «inútil»).
• Reconózcale su esfuerzo y los progresos conseguidos.
• Absténgase de hacer comentarios negativos acerca del niño.
• Evite la tentación de intervenir cuando el niño trata de encontrar la solución a un problema.
• Si su hijo le pide ayuda, préstesela mediante comentarios en forma de sugerencia, no le dé la solución directamente.
Algunos consejos útiles para atraer su atención serían:
• Mantener una situación estructurada en la casa, con horarios constantes y evitando estímulos demasiado llamativos.
• Alejarle de los estímulos que pueden distraer su atención. Al principio quedarnos con ellos haciendo actividades que requieran un nivel de atención elevado, e ir retirándonos y dejándoles solos cada vez más tiempo.
• Cuando parece que no oye lo que se le dice, sujetarle la cabeza con las manos, mantener la mirada y hablarle con voz suave, sin enfadarse pero firme (utilizar el contacto físico para atraer su atención). Después, pedirle que repita lo que se le ha dicho y si no lo recuerda, volver a repetirle el mensaje de la misma manera.
Estrategias para modificar una conducta impulsiva:
– “Tiempo fuera“
– Guía para padres con hij@s TDAH: http://apnadah.org/web2/bkofwb/docspdf/gpadres.pdf
Para responder a estas dificultades es necesario disponer de apoyo a los padres y apoyo para el niñ@ de pedagogía terapéutica dentro y fuera del aula, destinado a ayudarle a incorporarse a las diferentes rutinas, a aceptar los cambios y a relacionarse con sus compañeros.