Pon a tu bebé en la cuna cuando tenga sueño, pero todavía esté despierto.
Paso 2
Di buenas noches a tu hijo y sal del cuarto. Si llora cuando te vas, déjalo llorar por un periodo de tiempo predeterminado. (Lee “¿Cuánto tiempo debo dejar a mi hijo solo”? más abajo)
Paso 3
Vuelve al cuarto durante no más de un minuto o dos para darle palmaditas y tranquilizarlo. No prendas la luz y mantén la voz baja y callada. No lo tomes en brazos. Sal de nuevo mientras aún esté despierto, incluso si está llorando.
Paso 4
Sal del cuarto durante un poco más de tiempo que la primera vez y sigue la misma rutina, permaneciendo fuera de la habitación durante periodos cada vez más largos y regresando cada vez sólo por un minuto o dos para darle palmaditas suaves en la espalda, tranquilizarlo y salir mientras todavía está despierto.
Paso 5
Sigue esta rutina hasta que tu niño se duerma mientras tú estés fuera del cuarto.
Paso 6
Si tu hijo se despierta de nuevo más tarde, sigue la misma rutina, comenzando con el tiempo mínimo de espera para esa noche e incrementando gradualmente los intervalos entre visitas hasta que llegues al máximo para esa noche.
Paso 7
Aumenta cada noche la cantidad de tiempo entre visitas a su habitación. En la mayoría de los casos, tu bebé se dormirá solo para la tercera o cuarta noche, una semana como máximo. Si tu hijo se resiste mucho después de varias noches intentándolo, espera algunas semanas y vuelve a probar de nuevo.
¿Cuánto tiempo dejo dejar a mi hijo solo?
• Primera noche: Sal durante tres minutos la primera vez, cinco minutos la segunda vez y diez minutos la tercera y los demás tiempos de espera.
• Segunda noche: Sal durante cinco minutos, luego diez minutos, luego 12 minutos.
• Haz que los intervalos sean más largos cada una de las noches siguientes.
Ten en cuenta que estos periodos de espera no son la solución mágica. Puedes escoger cualquier periodo de tiempo con el que te sientas cómoda.
Consejos prácticos para probar el método Ferber:
•Una vez que hayas comenzando con el plan, síguelo. Los padres que han puesto en práctica este método para enseñar a dormir están de acuerdo en que la consistencia es la clave. A menos que te des cuenta de que tu hijo simplemente no está física o emocionalmente preparado y decidas esperar durante un tiempo para volver a ponerlo en práctica, sigue el plan al pie de la letra durante un par de semanas. Cuando tu bebé se despierte a las 2 de la madrugada puede que tengas tentaciones de claudicar y tomarlo en brazos o mecerlo para que se duerma, pero si lo haces, tu duro trabajo se habrá desperdiciado y tendrás que empezar otra vez desde cero.
•Elige una noche en que dormir poco sea aceptable. Empieza el método en una noche en la que no te importe mucho perder un poco de sueño. Por ejemplo, si trabajas toda la semana, puede que quieras comenzar un viernes por la noche, para que puedas haber dormido suficiente cuando llegue el lunes.
•Prepárate para pasar por algunas noches difíciles. Oír llorar a tu bebé puede ser muy difícil, como todos los padres saben. Durante los periodos de espera, vete a una parte diferente de la casa o pon algo de música para no estar pendiente de cada queja. ”Las primeras dos noches serán un poco difíciles para ti. Intenta relajarte y pensar que, cuando el entrenamiento haya acabado, todo el mundo en tu casa va a dormir mejor”.
•Haz que sea un esfuerzo de equipo. Durante los tiempos de espera, haz algo que sea agradable con tu pareja, como jugar a las cartas o escuchar música. Si el llanto te resulta intolerable, deja que tu pareja se haga cargo para que tú puedas darte un baño caliente. Cuando estés descansada, puedes ocuparte tú y darle un descanso a tu pareja.
•Adapta el método para que se ajuste a tu familia. Si quieres probar un método como éste, pero te parece demasiado duro, puedes utilizar una aproximación más gradual. Por ejemplo, puedes alargar el programa de 7 días a 14 y aumentar el periodo de espera una noche sí y otra no. Recuerda cuál es tu principal objetivo: que tú y tu niño tengan una buena noche de descanso.